Libros del K.O. ha publicado a Julio Camba en una edición preciosa, que respeta el espíritu de una prosa que todavía identificamos con la discreta elegancia de aquellos viejos tomitos de Austral. Maneras de ser periodista explica de qué manera Camba ejerció de Camba; la colección de textos reunida por Francisco Fuster viene a recordarnos que el periodista no desaprovechó ninguna de cuantas ocasiones se le presentaron para desacralizar su trabajo. ¿Cómo hacía él sus artículos? Así lo explicó en 1913: “Yo me encierro por las tardes en un cuarto con un poco de papel como, para hacer otra cosa, pudiera encerrarme en otro cuarto, con otro poco de papel. Allí comienzo a hacer esfuerzos y el artículo sale. Unas veces sale fácil, fluido, abundante; otras sale duro, difícil y escaso, pero siempre sale”. Leído el comentario escatológico, resulta fácil deducir que Camba estuvo muy lejos de ser uno de esos periodistas que consideran su profesión un sacerdocio.
Viñeta de Marcos Morán, perteneciente al póster desplegable que incluye Maneras de ser periodista.
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