“Te dejo mi cadáver. Reportero
el día que me lleven a enterrar
fumarás a mi costa un buen veguero,
te darás en la Rumba un buen yantar.
Y luego de cenar con mi fiambre,
adobado en tu prosa gacetil,
humeando el puro, satisfecha el
hambre,
me injuriará tu dicharacho vil.
Te dejo mi cadáver. Verme ingrato
harto de mi carroña, ingenuamente
dirás gustando del bicarbonato:
Que don Miguel [de Unamuno] no muera
de repente”.
Ramón del Valle-Inclán
“Testamento”
[Inspirado por el sutil periodista que
le había preguntado:
“¿Cuándo la diñamos, don Ramón?”]
Foto de Thomas D. Mcavoy, 1951.
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