"Es una cosa sencilla,
que puede hacerla un difunto,
escribir una letrilla
cuando se tiene el asunto.
Mas cuando asunto le falta,
es cual deudor sin dinero,
si un acreedor le asalta,
el infeliz letrillero.
Yo que no escribo por vicio,
sino porque el triste oficio
de periodista tomé,
hoy me encuentro en un apuro;
he de escribir, y aseguro
que escribo, y no sé de qué.
Ignora lo que es sufrir
quien periodista no ha sido;
la cabeza ha de parir
antes de haber concebido.
De un asunto voy en pos,
y el no encontrarlo me enfada,
porque es preciso ser Dios
para hacer algo de nada.
Pido en vano, mientras fumo,
una inspiración al humo;
en vano tome rapé,
que diz hace la proeza
de despejar la cabeza:
escribo y no sé de qué.
A la ventura y sin norma
hago letras ¡oh miseria!
¿a qué diablos daré forma
si no hay forma sin materia?
La aristotélica gente
para todo, aunque os dé grima,
supone preexistente
alguna materia
prima.
Y yo que tan poco valgo
¿puedo con nada hacer algo?
Obrar milagros no sé.
Pero mi mala fortuna me dice: – Escribe o ayuna, –
y escribo, y no sé de qué.
Escribir es cosa grave,
siempre para mí es un mal;
maldigo las plumas de ave
y las plumas de metal.
Son un instrumento fiero
que causa heridas mortales;
hoy las hacen ya de acero
lo mismo que los puñales.
Penetran donde la espada
no alcanza mejor templada,
y manejadas con fe…
¿Pero qué diciendo estoy?
Está visto, lo que es hoy
escribo, y no sé de qué!".
M. Rodríguez
“No sé de qué. Letrilla”
4 comentarios:
¡Genial!
(No soy un robot)
Supongo que no eres un robot... Un robot, un robot-letrillero, no entendería la gracia de la letrilla.
¡Muy buen post! Como rellenador de papeles en blanco en revistas y webs varias, me reconozco en muchos de los versos de la coplilla. Saludos.
Francisco, no se me ocurre cómo transmitir tus felicitaciones al letrillero cuasi anónimo M. Rodríguez... ;D
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