“Había en El Sol una sala reservada para que se reunieran por las tardes
Urgoiti y los otros miembros escogidos del Consejo de Administración, el
director y los redactores o colaboradores más importantes. Los periodistas de
mesa, los verdaderos periodistas, despechados porque no tenían acceso a ella,
le llamaban despectivamente el Olimpo. Durante la dictadura de Primo de Rivera
se armaron en el Olimpo grandes discusiones entre Marte, que era Maeztu,
Araquistain, que era Vulcano, y otras no menos importantes minervas. […] si en
el Olimpo de Júpiter los dioses solían andar a la gresca, qué no se hubiera
dicho si del Olimpo de El sol salen
dos intelectuales desafiados como de una taberna”.
Corpus Barga
Los
pasos contados. IV.
Los
galgos verdugos
“[Robert Rutherford McCormick, editor
del Chicago Tribune] Había convertido
su periódico en una especie de feudo fuera de las leyes comunes: por ejemplo,
había impuesto su propio barbero a todos los redactores y si uno de estos osaba
casarse con una chica que no le gustaba, lo despedía. Simpatizó conmigo […].
Cuando me despedí de él, para darme a entender que le había caído bien me dijo:
‘Procure que me informen de su muerte, cuando se produzca. Publicaré la noticia
en el Tribune con un comentario
favorable’. Tenía por lo menos treinta años más que yo”.
Indro Montanelli
Memorias
de un periodista.
Testimonio
recogido por Tiziana Abate
“Un director de periódico -me contó
una vez un veterano periodista estadounidense- es a veces como un chef que
llega a última hora a la cocina de su restaurante, se sube a una silla frente a
los fogones, se baja la cremallera de los pantalones y se mea en la olla de la
sopa, en la que llevan trabajando todo el día sus ayudantes, al grito de ‘la
estoy mejorando’”.
“La tentación asamblearia, tan
frecuente en la España posfranquista de entonces, también estuvo presente entre
los que discutían el Estatuto, que consideraban que El País podía dirigirse por plebiscito; Engels le sirvió a Cebrián
para argumentar contra esa tentación. El director había leído la
correspondencia privada del compañero de Marx. Le decía Engels a un amigo: ‘Me
preguntas cómo se comportaba Karl Marx como director de periódico y yo te
quiero aclarar que se comportaba de la única manera posible cuando se dirige un
periódico que tiene la vocación de mantener una línea editorial coherente y
además ha de estar todos los días a una hora temprana en los puntos de venta:
ejerciendo la dictadura total del director”.
Juan Cruz
Una
memoria de El País
“Ser director de periódico no es lo
mismo que ser periodista, en absoluto. A menudo es incluso peor”.
Fotografía de Buffalo Bill. Los directores de periódicos vienen a ser algo así como soldados, cazadores de búfalos y showmen en el Wild West.
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