“Muchos lo ignoran, pero en el
infierno hay un lugar reservado para quienes empiezan sus artículos con una
cita. Ese círculo dantesco está abarrotado de pelmazos, bucles sin emoción de
pensamiento vacío”.
Francisco Casavella
Elevación,
elegancia y entusiasmo.
Artículos
y ensayos (1984-2008)
“Hombres conocemos para quienes sería
cosa imposible empezar un escrito cualquiera sin echarle delante, a manera de
peón caminero, un epígrafe que le vaya abriendo camino, y salpicarlo todo
después de citas latinas y francesas
[…]. Nosotros, como somos tan bobalicones, no sabemos a qué conducen los
epígrafes, y quisiéramos que nos lo explicasen, porque en el ínterin que llega
este caso, creemos que el pedantismo ha sido siempre en todas las naciones el
precursor de las épocas de decadencia de las letras.
[…] Si el autor que escribe dice una verdad y
sienta una idea luminosa, no sabemos qué más valor le han de dar los pocos
sabios que en el mundo han sido, reunidos en su apoyo; y si su aserción es
falsa, o sienta una idea despreciable, no consideramos que haya Horacio ni
Aristóteles capaz de disculpar su tontería. Agrégase a esto, que por lo regular
suele tergiversarse el sentido de los autores pasados, para acomodar su texto a
nuestra idea, a veces en materias cuya posible existencia ni siquiera sospechó
la docta antigüedad”.
Mariano José de Larra
El Pobrecito Hablador, 6
de noviembre de 1832
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