Con la cara bien, pero que bien tiznada, Rita Montaner se transformó en el negro calesero que cantó por vez primera aquello de "¡Ay, Mamá Inés! ¡Ay, Mamá Inés! Todos los negros tomamos café...".
Este tango-congo, compuesto por Eliseo Grenet, era una de las piezas de la zarzuela Niña Rita o La Habana en 1830 que se estrenó, bajo la dirección de Ernesto Lecuona, en septiembre de 1927 en el teatro Regina de la capital cubana.
El maquillaje no parece que resultase muy convincente. El secreto del éxito, sin duda, fue otro. Den por concedido el permiso para cantar y bailar.
Este tango-congo, compuesto por Eliseo Grenet, era una de las piezas de la zarzuela Niña Rita o La Habana en 1830 que se estrenó, bajo la dirección de Ernesto Lecuona, en septiembre de 1927 en el teatro Regina de la capital cubana.
El maquillaje no parece que resultase muy convincente. El secreto del éxito, sin duda, fue otro. Den por concedido el permiso para cantar y bailar.
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